Desde pequeña, he vivido con *dolor crónico* , una realidad constante que, en 2020, me detuvo completamente, quitándome la capacidad de caminar durante un año.

Este camino ha estado lleno de incomprensión y desafíos pero también de coraje y resiliencia.

Soy una mujer que se niega a rendirse, activa y valiente, que ha aprendido a ver el dolor no solo como una barrera, sino como un maestro
inesperado.

Este dolor me ha llevado a descubrir una calidad de vida que nunca pensé posible y, más importante aún, mi verdadera misión.

Ahora, tengo el propósito de acompañar, escuchar ayudar y enseñar a quienes, como yo, enfrentan su lucha contra el dolor crónico.

Juntos podemos encontrar caminos hacia una vida plena, libre de juicios y llenos de compasión y entendimiento.

Estoy aquí para caminar a tu lado.